CÁNCER Y LA PRÁCTICA DE CICLISMO INDOOR
Cáncer es un término muy amplio.
No es solo una enfermedad, sino un
conjunto que abarca a más de 200 enfermedades, los tumores malignos. Cada uno
tiene sus características peculiares que en algunos casos son completamente
diferentes a las del resto de los demás cánceres.
Partiendo de esta realidad, y
teniendo en cuenta siempre que este tipo de pacientes están sometidos a un
estricto control médico, se van a exponer algunas recomendaciones y
aclaraciones sobre la actividad física y el cáncer, en el caso que nos ocupa el
ciclismo indoor y el cáncer.
Afortunadamente, gracias a los
programas y el desarrollo de técnicas de detección temprana y a la mejora de
los tratamientos del cáncer, se están superando año tras año los índices de
supervivencia, incrementándose el número de personas que han completado el
tratamiento médico y que han superado un cáncer, lo que denominamos
“supervivientes del cáncer”, en muchas ocasiones, estos pacientes llegan al
gimnasio y se plantean si podrán o no podrán someterse a las clases de ciclismo
indoor. En primer lugar decir, que las recomendaciones tendrán que venir por
parte de su médico, pero a continuación se expondrán algunas de las pautas que
establecen instituciones como la (American
College of Sport Medicine) ACSM.
La actividad física puede reducir
de forma significativa el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer. Las
pruebas más relacionadas con esta cuestión provienen de las investigaciones
sobre el cáncer de colon, donde la actividad física ha demostrado reducir el riesgo
más de un 50%. También se han encontrado pruebas de menor riesgo en el cáncer
de plumón (1)), y de mama (2),aunque hasta la fecha y a la espera de nuevas
investigaciones no existen datos concluyentes al respecto.
Las investigaciones sobre el
papel del ejercicio en pacientes con cáncer y en supervivientes de cáncer son
relativamente recientes, sin embargo en el momento actual es uno de los
principales focos de estudio por parte de los fisiólogos del ejercicio. Todas
las investigaciones concluyen que los pacientes con cáncer pueden beneficiarse
del ejercicio físico tanto durante como después del tratamiento (3).
La mayoría de los estudios siguen
las normas tradicionales de prescripción de ejercicio físico para adultos sanos
del (ACSM), en lo que se refiere a
frecuencia, duración, intensidad y progresión de las sesiones. Sin embargo, y a
pesar de haberse demostrado los beneficios del ejercicio en pacientes o
supervivientes de cáncer, no existen programas de ejercicio físico bien
definidos y consensuados por expertos.
El cliente que nos llega al
gimnasio puede encontrarse con dos consejos contrapuestos relativos a la
práctica de la actividad física por parte de su médico y/o oncólogo, consejos
que invitan a la disminución de su nivel de actividad física, o en otros casos
son animados a mantenerse activos, pero con pocas especificaciones sobre el
programa de ejercicios y sin individualizarlo para cada paciente en términos de
tipo, frecuencia, intensidad y duración.
Es aquí donde se hace precisa la colaboración
entre el equipo multidisciplinar que deben formar el médico especialista y el
licenciado en ciencias de la actividad física con la especialidad en salud,
para poder definir qué tipo de ejercicio le será prescrito y supervisado a este
cliente. Se precisa investigar para conocer el efecto de los programas de
ejercicio en los diferentes tipos de cáncer, en las diferentes fases de la
enfermedad y en los diferentes tratamientos. Una vez más llamo a la prudencia
de algunos instructores que desconociendo la realidad del paciente, recomiendan
entrar a las clases sin ningún tipo de información médica.
Es cierto que el ejercicio físico
y en nuestro caso el ciclismo indoor es una alternativa eficaz y segura para
mejorar la calidad de vida de los pacientes y supervivientes. Junto a los
beneficios fisiológicos no debemos olvidar los beneficios psicológicos como
son, reducción de la ansiedad, disminución de la depresión, incremento de
energía, mejorar la autoestima, relación social, estímulos de la música, etc.
Una vez que el paciente con
cáncer, aconsejado por su oncólogo, decide adherirse a un programa de
ejercicio, en nuestro caso entrar a clases de ciclismo indoor, debemos pasar a
la atención individualizada. La mayoría de veces no podemos utilizar los
parámetros que aconsejamos en las clases con los demás clientes, el ejercicio a
baja o moderada intensidad para una persona sana puede ser de intensidad
elevada para un cliente con cáncer. Las actuaciones entre el director/coordinador
de la actividad y el médico especialista deberían contemplar:
-
Historia médica
-
Test de calidad de vida
-
Encuesta dietética
-
Espirometría
-
Electrocardigrama
-
Analíca de sangre y orina
-
Flexibilidad y arco de movimiento articular, por
ejemplo en clientes con cáncer de mama que han sido sometidas a cirugía al
nivel axilar vamos a encontrar limitada la movilidad de la articulación del
hombro. De ahí que el ciclismo sea una actividad aconsejada, ya que requiere
poca movilidad del tren superior, sin embargo moviliza grandes grupos
musculares del tren inferior.
Con
todos los datos obtenidos de la evaluación del médico y en colaboración con el
realizaremos la prescripción y supervisión
del ejercicio. Las recomendaciones en este aspecto son:
-
Ejercicios aeróbicos que impliquen grandes grupos
musculares para el trabajo de carácter aeróbico, podría ser el caso del
ciclismo indoor, ya que además de la
seguridad que supone para el tren superior, tiene beneficios a nivel
psicológicos importantes, es divertido, ameno, se puede regular el paciente la
intensidad, etc. Otra de las ventajas que puede tener un programa de ciclismo
indoor es el bajo impacto que causa a nivel del aparato locomotor.
-
Frecuencia, se aconsseja de 3 a 5 sesiones a la semana,
aunque lo ideal es realizarlo todos los días. En pacientes muy
desentrenados lo ideal es, ejercicio
diario más intensidad ligera y corta duración.
-
Intensidad, 50- 75% de la frecuencia cardíaca de
reserva ( FC reserva = FC máxima – FC reposo). No obstante , en sujetos
previamente sedentarios o cuando los pacientes están recibiendo quimioterapia u
otros tratamientos es difícil prescribir la intensidad basándonos en la
frecuencia cardiaca. En estas situaciones, bajaremos los márgenes teóricos de
la frecuencia cardiaca calculada y progresaremos lentamente. En clientes
sometidos a tratamientos se evitaran intensidades elevadas ( máximas) por su
efecto inmunodepresor
-
Duración: El entrenamiento aeróbico debe suponer 20-30
min de ejercicio continuado. En clientes desentrenados puede lograrse con 5- 10
min de duración separados con intervalos de reposo.
-
Progresión; en pacientes/clientes desentrenados
inicialmente se progresa incrementando el número de sesiones a la semana,
primero incrementaremos la duración de las sesiones, aumentando posteriormente
la intensidad. Se irá avanzando hasta conseguir los 30 min. de duración y el
80% de intensidad.
-
Lógicamente además de las sesiones de ciclismo que
deberían ir en esta línea, se recomienda el trabajo de fuerza y de
flexibilidad.
Estas recomendaciones son
genéricas. La prescripción del ejercicio va a depender de la evaluación inicial
y va a sufrir modificaciones de acuerdo con el tratamiento recibido. Durante
los tratamientos de quimioterapia debemos flexibilizar la prescripción,
modificando la frecuencia, duración e intensidad.
Tras iniciar el programa de
ciclismo el diálogo con el cliente es esencial, por lo que debemos mantener una
vía de comunicación permanente que nos permita modificar y actuar en
consecuencia y conforme prescriba el médico.
José Antonio Hidalgo Martín
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
Especialista en Salud y actividad Física
Máster oficial en Investigación de programas deportivas.
José Antonio Hidalgo Martín
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
Especialista en Salud y actividad Física
Máster oficial en Investigación de programas deportivas.
1. ( Lee I-M Sesso HD, Paffebarger RS. Physical activity and risk of lung
cáncer. Int J Epidemiol. 1999;28:620-5
2. Friedenreich CM. Thume I, Briinton LA, Albanes D.Epidemiologic issues
related to the association between physical activity and breast cancer. Cancer.
1998 Aug 1;83 (3Suppl):600-10
3. Schneider CM, Dennehy CA, Carter SD. Exercise and Cancer Recovery.
Champaign, IL (USA): Human Kinetics Publishers, Inc; 2003
4.
J.López Chicharro. L.M. López Mojares. Fisilogía Clínica
del Ejercicio. Buenos Aires-Madrid: Médica Panamericana 2008
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